La automedicación es el empleo de medicamentos a iniciativa propia sin la intervención de un médico, ya sea en el diagnóstico de la enfermedad, la prescripción del medicamente y supervisión del tratamiento. Puede ser inofensiva mientras sea por tiempo limitado y al tratarse de circunstancias menores, la diferencia está cuando se produce la venta de un medicamento sin receta médica, cuando de hecho se necesita una. Los efectos negativos pueden ser: reacciones adversas, el que no sea efectivo, crear la dependencia, retraso de diagnósticos, resistencia a los antibióticos. En nuestro país, son los adultos mayores quienes muestran esa tendencia a automedicarse, debido a las molestias propias de su edad, pudiendo incluso tener como gran consecuencia la muerte. ¿Pero por qué sucede esto? Desde jóvenes, estamos acostumbrados a automedicarnos, y la práctica aumenta al ir creciendo. Los adultos mayores (ancianos) presentan dolores físicos terribles, e incluso con la atención preferencial que tienen siguen realizando continuas colas para ser atendidos por un médico, no todos tienen quien les acompañe y en las calles sufren caídas u otros, además, las medicinas para su edad son muy caras y tienen que esperar mucho tiempo por ellas, Las personas ancianas, necesitan de un centro médico, donde las atiendan con prontitud y se tengan consideraciones a su persona, además, la medicina debiera tener un precio accesible, pues muchos de ellos, viven de su jubilación, y eso no siempre es suficiente, llegándose a convertir en una carga para sus familias. Claro está, que debiera existir una mejor educación referida al correcto uso de los medicamentos y controlar que las farmacias no vendan medicamentos que si necesitan de receta médica, pues obviamente, si no curan al usuario, empeoran su malestar a largo plazo. Sally Jussara De la Cruz Tenicela Estudios Jurídicos ESTUDIO MARTIN ABOGADOS http://www.estudiomartinabogados.com . Lima, 17 de marzo de 2011 | Blog EMA |